Por lo general hallarse habitando la calle, en peligro de hacerlo o en condiciones de fragilidad social ha significado para algunos NNAJ una opción libre y para otros la reacción ante múltiples desencuentros, rechazos, malos tratos, etc.Â
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Si bien todo el proceso pedagógico tiene como base la creación del vÃnculo de amistad, aquà resulta relevante. En la ciudad existen calles, barrios, sectores que albergan en mayor medida y complejidad personas que habitan la calle o se hallan en peligro de habitarla. Es a estas personas y lugares, como propósito principal de esta etapa y del IDIPRON, a quienes y a donde acude el Instituto con su equipo especializado con el fin de encontrar NNAJ con las caracterÃsticas ya descritas. Ellos se convierten en sujetos de atención prioritaria para el Instituto. Pues una convicción que ha acompañado los casi 50 años de existencia del IDIPRON, hoy cobra su vigencia: ninguna vida se halla acabada.
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Con ellos y allÃ, los educadores mediante una serie de estrategias, entre las que cuentan el juego, el compartir una merienda, tejer una manilla, etc., buscan (1) crear los primeros y fundamentales vÃnculos de amistad con las NNAJ,  pues entendemos que el afecto es determinante para movilizar la vida de ellos, (2) conocer de primera mano su situación, (3) presentarles la oferta educativa del IDIPRON, y (4) orientarlos hacia la superación de sus necesidades.Â
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Por lo general hallarse habitando la calle, en peligro de hacerlo o en condiciones de fragilidad social ha significado para algunos NNAJ una opción libre y para otros la reacción ante múltiples desencuentros, rechazos, malos tratos, etc.
Si bien todo el proceso pedagógico tiene como base la creación del vÃnculo de amistad, aquà resulta relevante. En la ciudad existen calles, barrios, sectores que albergan en mayor medida y complejidad personas que habitan la calle o se hallan en peligro de habitarla. Es a estas personas y lugares, como propósito principal de esta etapa y del IDIPRON, a quienes y a donde acude el Instituto con su equipo especializado con el fin de encontrar NNAJ con las caracterÃsticas ya descritas. Ellos se convierten en sujetos de atención prioritaria para el Instituto. Pues una convicción que ha acompañado los casi 50 años de existencia del IDIPRON, hoy cobra su vigencia: ninguna vida se halla acabada.
Con ellos y allÃ, los educadores mediante una serie de estrategias, entre las que cuentan el juego, el compartir una merienda, tejer una manilla, etc., buscan (1) crear los primeros y fundamentales vÃnculos de amistad con las NNAJ, pues entendemos que el afecto es determinante para movilizar la vida de ellos, (2) conocer de primera mano su situación, (3) presentarles la oferta educativa del IDIPRON, y (4) orientarlos hacia la superación de sus necesidades.
Por lo general hallarse habitando la calle, en peligro de hacerlo o en condiciones de fragilidad social ha significado para algunos NNAJ una opción libre y para otros la reacción ante múltiples desencuentros, rechazos, malos tratos, etc.Â
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Si bien todo el proceso pedagógico tiene como base la creación del vÃnculo de amistad, aquà resulta relevante. En la ciudad existen calles, barrios, sectores que albergan en mayor medida y complejidad personas que habitan la calle o se hallan en peligro de habitarla. Es a estas personas y lugares, como propósito principal de esta etapa y del IDIPRON, a quienes y a donde acude el Instituto con su equipo especializado con el fin de encontrar NNAJ con las caracterÃsticas ya descritas. Ellos se convierten en sujetos de atención prioritaria para el Instituto. Pues una convicción que ha acompañado los casi 50 años de existencia del IDIPRON, hoy cobra su vigencia: ninguna vida se halla acabada.
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Con ellos y allÃ, los educadores mediante una serie de estrategias, entre las que cuentan el juego, el compartir una merienda, tejer una manilla, etc., buscan (1) crear los primeros y fundamentales vÃnculos de amistad con las NNAJ,  pues entendemos que el afecto es determinante para movilizar la vida de ellos, (2) conocer de primera mano su situación, (3) presentarles la oferta educativa del IDIPRON, y (4) orientarlos hacia la superación de sus necesidades.Â
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